Proteinuria

La proteinuria es la presencia anormal de proteínas en la orina. Se considera proteinuria cuando se excreta más proteína de lo habitual a través de la orina. En algunos casos, puede tener un origen fisiológico, conocido como proteinuria funcional, y aparece en situaciones como ejercicio físico intenso, estrés, deshidratación o fiebre. En estos casos, la excreción diaria de proteínas suele estar por debajo de los 150 a 250 mg. Sin embargo, cuando se superan los 300 a 500 mg por día, se considera proteinuria patológica, lo que puede indicar daño en los riñones u otra enfermedad subyacente.

¿Cuáles son las causas de la Proteinuria?

Una de las causas más comunes es la glomerulonefritis, una condición en la que se daña la membrana de filtración de los riñones, permitiendo el paso excesivo de proteínas como IgG, IgM y albúmina al filtrado. Este tipo se conoce como proteinuria glomerular.

Cuando se detecta albúmina en pequeñas cantidades, se habla de microalbuminuria, diagnosticada cuando la excreción supera los 30 mg en 24 horas.

Otro tipo es la proteinuria tubular, en la que la función de filtración glomerular se mantiene, pero hay una falla en la reabsorción de proteínas pequeñas, como las microglobulinas, debido a nefropatías túbulo-intersticiales.

En general, la proteinuria glomerular presenta valores más altos que la tubular.

La proteinuria es un signo característico de la enfermedad renal crónica, pero también puede estar presente en otras condiciones, como por ejemplo: Lupus eritematoso sistémico, enfermedades inflamatorias y cáncer del tracto urinario.

Esto también ocurreo como síntomas concomitantes de diabetes mellitus, sarcoidosis, síndrome de Fanconi, anemia falciforme, hemoglobinuria, Enfermedad de Fabry y cáncer o inflamación de las vías urinarias. En enfermedades como el mieloma múltiple o la macroglobulinemia de Waldenström, puede encontrarse en la orina una proteína patológica llamada proteína de Bence-Jones.

Signos de proteinuria

En condiciones normales, la excreción promedio de proteínas en orina es de 80 ± 24 mg cada 24 horas. Cuando supera los 3,5 g/24 h, se habla de síndrome nefrótico, que puede acompañarse de presión arterial alta (hipertensión), edema (hinchazón en párpados, tobillos, región sacra o genital, generalizado), hematuria (sangre en la orina), disminución de la filtración glomerular, hiperlipidemia y orina espumosa.

Si no se trata, la proteinuria prolongada puede provocar hipertensión, anemia y trastornos del metabolismo del calcio y fósforo.

Cómo tratar la proteinuria?

El tratamiento depende de la causa subyacente. Controlar la enfermedad de origen y corregir los trastornos asociados puede ayudar a reducir la proteinuria.

Una estrategia eficaz es el bloqueo del sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAAS). Medicamentos como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) pueden disminuir el avance de la insuficiencia renal.

Las pruebas de apoyo para el diagnóstico diferencial de la proteinuria incluyen ecografía, examen del sedimento urinario, pruebas bioquímicas (incluida la tasa de filtración glomerular TFG, creatinina, calcio, fosfato, proteínas totales, albúmina, VSG, lipidograma). La proteinuria superior a 1 g/24h requiere una consulta médica urgente. La proteinuria es un factor de riesgo cardiovascular significativo e independiente.

Los objetivos clave del tratamiento de la proteinuria son el control de la hipertensión, la inhibición del sistema RAAS y la corrección de las alteraciones hidroelectrolíticas.